¿Quién no desea una cocina luminosa y acogedora en la que poder disfrutar de sus deliciosas recetas? El antes y el después de una cocina con cristaleras y más luz es sencillamente sorprendente.
En esta ocasión nos acercamos a un piso de 65 metros cuadrados que necesitaba una profunda renovación para poder disfrutar de todas las comodidades que un hogar moderno ofrece. El propietario deseaba una cocina luminosa, con una zona de comedor en la misma estancia y una zona de lavado independiente.
A continuación, os mostramos el antes y el después de este proyecto de reforma.
1. El antes
El piso se encontraba en un estado muy deteriorado. La cocina era pequeña y oscura y carecía de una zona de lavado y de una zona de comedor. La única luz natural que penetraba en la estancia provenía de la ventana situada en la pared de enfrente.
2. El proyecto
El proyecto consistía en abrir la estancia para conseguir una cocina más grande, luminosa y funcional. Se decidió aprovechar la luz natural de la ventana existente y añadir una cristalera para conseguir más luz.
Además, se separó la zona de lavado creando una zona independiente. Se añadió una zona de comedor con una mesa de cocina y sillas para poder disfrutar de una comida en familia.
3. La ejecución
Una vez definido el proyecto, empezamos la reforma. Primeramente, se demolió la pared existente para abrir la estancia. A continuación, se instalaron nuevas tuberías para la nueva zona de lavado. Para conseguir más luz, se instaló una cristalera en la pared de enfrente.
Finalmente, se instalaron los muebles de cocina, se pintó la estancia en blanco para conseguir una mayor sensación de amplitud y se colocaron los utensilios y los enseres en su lugar.
4. El después
El resultado final fue una cocina totalmente renovada, con una zona de comedor y una zona de lavado independiente. La cristalera aportaba una luz natural abundante y daba al espacio una sensación de amplitud.
5. El resultado
El resultado final fue una cocina luminosa y acogedora en la que los propietarios podían disfrutar de sus comidas en familia. La cristalera permitía una mayor luz natural y aportaba una sensación de amplitud que no podía conseguirse con la ventana existente.
El antes y el después de este proyecto de reforma fue sencillamente impresionante. El propietario quedó muy satisfecho con el resultado y ahora puede disfrutar de una cocina moderna y luminosa en la que pasar tiempo con sus seres queridos.